domingo, 11 de octubre de 2015

¿Qué comprar cuando no sabes qué comprar?

A veces nos planteamos esa pregunta, ¿qué comprar cuando no sabemos qué comprar? Ocurre cuando disponemos de los fondos mensuales y en ninguna de las acciones cribadas llegamos a tener una convicción absoluta. Caben dos alternativas. La que, siguiendo el consejo de Tolstoi, seguiría la línea zoroástrica "ante la duda, abstente", dejando el dinero en liquidez, o la que encarnaría Jim Cramer, que termina siempre su programa Mad Money en la CNBC con la misma frase: "There is always a bull market somewhere". Siempre hay un mercado alcista en alguna parte y, por tanto, siempre hay una acción interesante en la que invertir.

Nosotros nos inclinamos habitualmente por seguir esta segunda estrategia, el dinero en liquidez dura poco y la compra es casi inmediata. Pero ¿qué ocurriría si no encontrásemos ninguna acción  especialmente interesante? ¿Qué compraríamos sin dudar si no supiésemos qué comprar? En entradas previas vimos la lista de valores y los precios a los que entrarían dos autores de Seeking alpha, RoseNose y Dividend Sleuth

A continuación figuran las acciones en las que creemos que no nos equivocaríamos nunca. Puede que no sean las que más vayan a subir. Es casi seguro que no son las que más van a bajar y además pagan dividendo. Sabemos que el dividendo tiene un efecto protector: coloca un suelo bajo el precio de la acción. De hecho, algunos autores seleccionan sus precios de entrada basándose en la rentabilidad por dividendo.


AT&T (NYSE:T) es una compañía de telecomunicaciones de gran capitalización, más de doscientos mil millones de dólares. Tiene una calificación crediticia BBB+ por S&P y se caracteriza por pagar una alta rentabilidad por dividendo (habitualmente mayor del 5 %) con un crecimiento anual muy pequeño del dividendo (habitualmente cerca del 2 %) en los últimos 31 años. Forma parte de nuestra cartera desde el mes de abril, cuando la compramos a un precio de 32.68 $ que considero que sigue siendo un buen precio de entrada (rentabilidad sobre coste 5.75 %). FastGraphs ofrece en su gráfico un único dato de rentabilidad por dividendo al año, con fecha 31 de diciembre. Por esa razón la última rentabilidad que aparece en el gráfico corresponde al 31 de diciembre de 2014, cuando era de 5.5 %. En la actualidad es del 5.7 %, cercana a sus máximos de 5.9 % en el año 2009. Una rentabilidad del 6 % correspondería a un precio de 31.33 $ con el dividendo anual actual de 1.88 $. Sin embargo, considero que una entrada por debajo de 33 $ sería aceptable.




Johnson & Johnson (NYSE:JNJ) es una compañía farmacéutica de gran capitalización, más de 260 mil millones de dólares. Es una de las tres compañías con calificación crediticia AAA por S&P y, después de un retroceso desde máximos de más de un 12 %, presenta en la actualidad una rentabilidad por dividendo del 3.1 % con un crecimiento anual medio del dividendo en cinco años de 7.4 %. Además, no hay que olvidar que lleva aumentando su dividendo de forma consecutiva los últimos 53 años. Forma parte de nuestra cartera desde el mes de marzo, cuando la adquirimos a un precio de 100.01 $. Con el dividendo anual actual de 3 $, un precio de 85.71 $ supondría una rentabilidad de 3.5 %. Sin embargo, considero que una entrada al precio actual o por debajo de 95 $ sería aceptable.



The Procter & Gamble Company (NYSE:PG) es una compañía del sector consumo básico, otro monstruo de capitalización superior a 200 mil millones, con calificación crediticia AA- por S&P. También ha sufrido un retroceso desde máximos superior al 20 %, pero no forma parte de nuestra cartera todavía porque la empresa está en un proceso de reestructuración y el crecimiento está estancado en los últimos años. Para entrar en una empresa así necesitaríamos que bajase un poco más. En el gráfico de FastGraphs entraría en zona de infravaloración por debajo de 60 $, aunque en esa zona sólo ha cotizado en el año 2009. Se trata de una compañía por la que habitualmente hay que pagar una prima de calidad, como se ve en el siguiente gráfico. Una rentabilidad del 4 % con un dividendo anual de 2.65 $ supone un precio de 66.25 $. Yo entraría con una cierta tranquilidad por debajo de 70 $ o, ya sin remordimientos, por debajo de 65 $.


Si mostramos la relación entre el precio y el flujo de caja vemos que el gráfico se ajusta más a este tipo de empresas que siempre parecen encontrarse sobrevaloradas si representamos la relación entre el precio y los beneficios.



Exxon Mobil (NYSE:XOM) es un monstruo de capitalización superior a 300 mil millones, la empresa más grande hasta que fue sobrepasada por Apple. Es otra de las tres corporaciones con calificación AAA por S&P. Es la compañía integrada de petróleo y gas que mejor ha resistido la caída en el precio del petróleo, gracias a sus sectores de refino y química. Está pagando en la actualidad una de sus rentabilidades por dividendo más altas en los últimos 20 años, 3.7 %.  A esa rentabilidad hay que sumarle el hecho de que la empresa lleva 33 años aumentando consecutivamente su dividendo y la dirección está comprometida a mantenerlo, recortando los gastos de capitalización que sean necesarios para ello. Un precio de 73 $ supondría una rentabilidad del 4 %. Nosotros lo tenemos en cartera desde julio, cuando compramos a 81.78 $ y una rentabilidad de 3.57 %. En la actualidad cotiza a 79.26 $ (3.68 %) y yo creo que por debajo de 75 $, o incluso a los niveles actuales, podría no ser una mala opción si apostamos por una recuperación del precio del petróleo.


The Coca-Cola Company (NYSE:KO) lleva aumentando su dividendo 53 años consecutivos, tiene una capitalización superior a 180 mil millones de dólares y una calificación crediticia AA por S&P. En la actualidad está pagando una de sus rentabilidades más altas, dejando de lado la rentabilidad del 3.4 % que pagó en 2008. Además, como vemos en la imagen, Coca-Cola es una compañía que cotiza habitualmente con una prima de calidad y sólo en 2008 su precio entró en una zona de infravaloración. Los beneficios de la compañía están estancados en los últimos años pero su rentabilidad se sitúa habitualmente en torno al 3 % y aumenta su dividendo cada año como un reloj alrededor de un 8 %. No forma parte todavía de nuestra cartera pero un precio por debajo de 38 $ me parecería apropiado para entrar.



Si vemos el gráfico con la relación entre el precio y el flujo de caja, nos ocurre lo mismo que en el caso de Procter & Gamble: el precio parece seguir mejor el flujo de caja que los beneficios.




Realty Income Corporation (NYSE:O), que se define a sí misma como "The Monthly Dividend Company", es una compañía comparativamente pequeña, de apenas once mil millones de dólares de capitalización. Presenta una calificación crediticia BBB+ por S&P y lleva aumentando sus dividendos 22 años consecutivos. En el momento actual está lejos de sus máximas rentabilidades históricas y tendría que bajar a 38 $ para alcanzar una rentabilidad del 6 %. Dada la calidad de la compañía, por debajo de 40 $ yo consideraría una buena valoración.




3M (NYSE:MMM) es una compañía que pertenece al sector industrial, tiene una capitalización de 93 mil millones de dólares y una calificación crediticia AA- por S&P. Lleva 57 años aumentando consecutivamente su dividendo y actualmente paga una rentabilidad del 2.7 %. Históricamente, la crisis de 2008 supuso el momento de mayor rentabilidad, alcanzando un 3.5 %. El dividendo anual actual de 4.1 $ alcanzaría esa rentabilidad con un precio de 117.14 $. Aunque desde máximos el precio ha descendido un 12 %, creo que debería bajar más antes de considerar su compra. Un valor por debajo de 120 $ lo consideraría aceptable y por debajo de 102.5 $ (rentabilidad 4 %) ya sería la caraba.





Altria Group (NYSE:MO) es la compañía que resultó después de la excisión de Kraft en 2007 y Philip Morris International en 2008. Altria se quedó con el negocio tabacalero en Estados Unidos y Philip Morris se llevó el negocio tabacalero fuera de Estados Unidos. Las compañías tabacaleras se enfrentan a un descenso continuado en las ventas durante los últimos años debido a las preocupaciones de la población por la salud. Este descenso en las ventas lo han compensado mediante un aumento en el precio del tabaco, que han podido permitirse gracias a la fidelidad de los fumadores. Altria es una compañía grande, más de 110 mil millones de dólares de capitalización, con una calificación crediticia BBB+ por S&P y que lleva pagando dividendos crecientes los últimos 46 años. No sólo se dedica al tabaco sino que tiene una participación del 25 % en la cervecera SAB Miller. En la actualidad paga una rentabilidad del 4 %, que es una de las más bajas de los últimos años. Una rentabilidad del 5 % supondría un precio de 45 $ y en ese nivel la consideraría para entrar.



Finalmente, Visa (NYSE:V), una compañía de casi 180 mil millones de dólares de capitalización, con calificación crediticia A+ por S&P y que paga una rentabilidad de sólo el 0.6 %. Lleva 7 años pagando dividendos y, si bien su rentabilidad es baja, el crecimiento anual de los dividendos en los últimos cinco años ha sido del 30 %. A una compañía con este crecimiento de los dividendos y de los beneficios (25 % anual en los últimos cinco años, 18 % anual previsto en los próximos cinco años), no vamos a pedirle una rentabilidad alta. De hecho, si bajase a 65 $ me parecería buen momento para entrar y si lo hiciese todavía más, hasta 60 $ para igualar su rentabilidad máxima del 0.8 %, entraríamos a fondo.



En conclusión diríamos que, incluso si a veces no sabemos dónde colocar nuestro dinero, es seguro que siempre hay compañías de alta calidad, alta capitalización y bajo riesgo donde mirar. Actualmente, AT&T y Johnson & Johnson creemos que se pueden comprar sin problemas. Exxon Mobil es una gran compañía a un precio interesante, asumiendo que a corto plazo el precio del petróleo puede todavía dar signos de volatilidad pero, a largo plazo, ofrecerá alegrías a sus inversores. Finalmente, si invirtiésemos dinero en cualquiera de las compañías mencionadas no nos equivocaríamos. Recuerda: si suben, excelente, pero mejor todavía si bajan. Aquí no estamos invirtiendo el grueso del dinero de una vez (mayor importancia del precio de entrada) y después reinvirtiendo las pequeñas cantidades relativas que suponen los dividendos. Aquí invertimos pequeñas cantidades (es lo que tenemos) a precios distintos que promediarán un precio de entrada a la baja y nos beneficiaremos del interés compuesto en los plazos temporales largos (son los que tenemos y, sin duda, es el elemento más importante). Recuerda otra vez: si compramos acciones y suben, excelente, pero mejor todavía si bajan porque así podemos promediar a la baja las nuevas aportaciones o reinvertir los dividendos a un precio menor. Esa es la tranquilidad de invertir a largo plazo en acciones que pagan dividendos crecientes.

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