David Fish, por otro lado, llama a estas compañías campeones del dividendo y no pone ningún otro requisito aparte del pago a los accionistas. Al tener menos requisitos es lógico que el número de campeones del dividendo sea superior al de aristócratas: en la última versión de la lista CCC que este autor actualiza el último día de cada mes figuraban 106 valores. Al no existir ningún criterio de capitalización podemos encontrar a Bowl America en un extremo del espectro, la compañía más pequeña con 78 millones de dólares de capitalización, mientras que en el otro extremo tendríamos 10 gigantes con una capitalización superior a los 100.000 millones:
- ExxonMobil (335.000)
- Johnson & Johnson (270.000)
- AT&T (206.000)
- Procter & Gamble (200.000)
- Wal-Mart (188.000)
- Coca-Cola (183.000)
- Chevron (168.000)
- Pepsico (145.000)
- Altria (116.000)
- Medtronic (104.000)
Los campeones del dividendo no son sólo heterogéneos en cuanto a su capitalización, sino que con respecto a la calificación crediticia otorgada por S&P, tenemos dos de las tres compañías con triple A (ExxonMobil y Johnson & Johnson), pasando por todos los grados de inversión (hasta BBB) y hasta por debajo del nivel de inversión o no calificadas. Muchas diferencias entre los campeones.
En la última entrada hablábamos de los criterios de compra de un reputado autor de Seeking Alpha, Regarded Solutions, al que le basta un precio que se sitúe en el punto medio entre el máximo y el mínimo de 52 semanas para comprar compañías de alta capitalización. No cualquier campeón del dividendo sino, en sus palabras, compañías que sean megacap (>100.000 millones), blue-chips, aristocrats. ¿Qué compañías tienen estas características de tamaño, calificación crediticia grado de inversión y con un precio por debajo de la media entre el valor máximo y mínimo de 52 semanas?
Pues es difícil encontrar acciones que no pertenezcan a sectores castigados o compañías con bajas expectativas. Y siempre nos quedará AT&T. ¿A alguien le apetece jugar ahora al juego del petróleo? ¿Apostamos porque la recuperación del precio se mantiene o permanecemos a un lado viendo los toros desde la barrera?
Aquí tenemos a Exxon Mobil, una compañía cíclica en el momento bajo del ciclo. Cotiza un 2 % por debajo de la media de máximo y mínimo de 52 semanas. ¿El precio se asoma al precipicio o la hondonada se elevará para soportarlo?
En la misma situación se encuentra Chevron, con un precio casi un 6 % inferior a la media entre el máximo y el mínimo de 52 semanas.
Procter & Gamble cotiza todavía a unos niveles exigentes para el crecimiento de los beneficios (PER 24 según Morningstar) a pesar del descenso en el precio y está por ver el resultado de su reestructuración. Sin embargo, es una compañía enorme, con un flujo de caja libre en el entorno de los 10.000 millones de dólares anuales y una deuda muy baja. Además, paga una rentabilidad por dividendo superior a 3.5 % y cotiza más de un 7 % por debajo de la media entre el máximo y el mínimo de 52 semanas.
Wal-Mart acaba de anunciar que no volverá a crecer hasta 2017 después de acometer inversiones importantes para modernizar una empresa que se enfrenta a una crisis en el modelo de negocio. Los inversores han castigado el anuncio con una caída superior al 10 % y la acción se arrastra ahora mismo por los mínimos de 52 semanas, más de un 20 % por debajo de la media entre el máximo y el mínimo de ese plazo. Son numerosos los artículos encontrados que recomiendan tanto la compra como la venta. ¿Es una oportunidad o una trampa?
Finalmente, como decía antes, siempre nos quedará AT&T. La acción que casi siempre se puede comprar cuando no se sabe qué comprar. Alta rentabilidad, escaso crecimiento del dividendo y perspectivas halagüeñas de la compañía tras las compras que tienen todavía que confirmarse. Cotiza prácticamente en la media entre el máximo y el mínimo de 52 semanas y, como se ve en la imagen, el precio está en zona de infravaloración.
Mientras tanto, la compra del mes de octubre no termina de llegar. BlackRock ha aumentado su precio hasta 322 $ y nuestra orden de compra por 300 $ se va marchitando. Alternativas podrían ser AT&T, Procter & Gamble, Wal-Mart o Gilead, que ha comenzado este año a abonar dividendos y cuyo precio se mueve en una infravaloración manifiesta.
Pues es difícil encontrar acciones que no pertenezcan a sectores castigados o compañías con bajas expectativas. Y siempre nos quedará AT&T. ¿A alguien le apetece jugar ahora al juego del petróleo? ¿Apostamos porque la recuperación del precio se mantiene o permanecemos a un lado viendo los toros desde la barrera?
Aquí tenemos a Exxon Mobil, una compañía cíclica en el momento bajo del ciclo. Cotiza un 2 % por debajo de la media de máximo y mínimo de 52 semanas. ¿El precio se asoma al precipicio o la hondonada se elevará para soportarlo?
En la misma situación se encuentra Chevron, con un precio casi un 6 % inferior a la media entre el máximo y el mínimo de 52 semanas.
Procter & Gamble cotiza todavía a unos niveles exigentes para el crecimiento de los beneficios (PER 24 según Morningstar) a pesar del descenso en el precio y está por ver el resultado de su reestructuración. Sin embargo, es una compañía enorme, con un flujo de caja libre en el entorno de los 10.000 millones de dólares anuales y una deuda muy baja. Además, paga una rentabilidad por dividendo superior a 3.5 % y cotiza más de un 7 % por debajo de la media entre el máximo y el mínimo de 52 semanas.
Wal-Mart acaba de anunciar que no volverá a crecer hasta 2017 después de acometer inversiones importantes para modernizar una empresa que se enfrenta a una crisis en el modelo de negocio. Los inversores han castigado el anuncio con una caída superior al 10 % y la acción se arrastra ahora mismo por los mínimos de 52 semanas, más de un 20 % por debajo de la media entre el máximo y el mínimo de ese plazo. Son numerosos los artículos encontrados que recomiendan tanto la compra como la venta. ¿Es una oportunidad o una trampa?
Finalmente, como decía antes, siempre nos quedará AT&T. La acción que casi siempre se puede comprar cuando no se sabe qué comprar. Alta rentabilidad, escaso crecimiento del dividendo y perspectivas halagüeñas de la compañía tras las compras que tienen todavía que confirmarse. Cotiza prácticamente en la media entre el máximo y el mínimo de 52 semanas y, como se ve en la imagen, el precio está en zona de infravaloración.
Mientras tanto, la compra del mes de octubre no termina de llegar. BlackRock ha aumentado su precio hasta 322 $ y nuestra orden de compra por 300 $ se va marchitando. Alternativas podrían ser AT&T, Procter & Gamble, Wal-Mart o Gilead, que ha comenzado este año a abonar dividendos y cuyo precio se mueve en una infravaloración manifiesta.
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