En la imagen siguiente, procedente de la última cuenta de resultados correspondiente a junio de 2015, vemos la consabida imagen de filas alternando gris y blanco de números que se reducen, en definitiva, a los pocos apartados que ya conocemos. En primer lugar ingresos por venta de productos de los que se sustraen los costes asociados a las ventas para obtener el beneficio de explotación, "operating income" o EBIT. De éste se restan, en segundo lugar, los gastos financieros y los impuestos para llegar finalmente al beneficio neto. La imagen no es muy esperanzadora: descenso de los ingresos y descenso más acusado del beneficio neto.
Fuente: Informe 2015 Procter & Gamble |
En el informe anual habitualmente se presentan tres ejercicios, el actual y los dos anteriores. En el gráfico que reproducimos a continuación tenemos los ingresos de los últimos diez años. Los datos proceden de Morningstar (excepto los de 2005 que proceden del informe de la compañía) y desconozco por qué en las cifras de 2014 y 2013 los datos de Morningstar no coinciden con el informe de cuenta de resultados publicado por Procter & Gamble. El crecimiento anual compuesto de los ingresos en los últimos diez años ha sido del 3 %, pero en los últimos cinco años ha sido negativo (-0.68 %) y todavía peor en el último año (-8.17 %).
Pues bien, pese a ello la disminución del beneficio neto ha sido de tal calibre que, aun con menos acciones entre las que repartirlo, el beneficio por acción también ha disminuido. Cada año de los últimos diez años ha bajado un -0.86 %, pero cada año de los últimos cinco años ha bajado un -9.90 %. Los dividendos, en cambio, mantienen una subida impecable con un crecimiento anual compuesto en los últimos diez años del 9.66 % y en los últimos cinco años del 7.55 %. El descenso del beneficio por acción y el aumento del dividendo por acción lleva, lógicamente, a un aumento en el porcentaje de los beneficios que se paga como dividendos. De hecho, según el último informe anual de la compañía de junio de 2015, el beneficio por acción fue inferior (2.44 $) al dividendo por acción (2.59 $), calculando un payout de 106 %. Desconozco por qué Morningstar da un payout este año del 68.5 % con las mismas cifras.
Las previsiones de los analistas que siguen el valor aparecen en la siguiente imagen, en la que se ve cómo el promedio de los 20 analistas que han estimado el beneficio para 2016 prevén un descenso del 6.72 % al que seguiría un crecimiento del 13.33 % en 2017 y 9.18 % en 2018.
En conclusión, momentos de profunda reestructuración en la empresa (recordemos que se ha deshecho de 80-100 marcas para concentrarse en las más rentables) que no está claro cómo va a terminar. Esta incertidumbre tiene un riesgo y sólo entraríamos a un precio lo suficientemente atractivo para compensar ese riesgo, pongamos en las proximidades de 60 $.
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