miércoles, 11 de noviembre de 2015

Procter & Gamble en treinta segundos

Al igual que echamos un vistazo rápido a Colgate-Palmolive en esta entrada, hoy hacemos lo mismo con Procter & Gamble, otro gigante del sector consumo básico del que hablamos aquí.



En la imagen siguiente, procedente de la última cuenta de resultados correspondiente a junio de 2015, vemos la consabida imagen de filas alternando gris y blanco de números que se reducen, en definitiva, a los pocos apartados que ya conocemos. En primer lugar ingresos por venta de productos de los que se sustraen los costes asociados a las ventas para obtener el beneficio de explotación, "operating income" o EBIT. De éste se restan, en segundo lugar, los gastos financieros y los impuestos para llegar finalmente al beneficio neto. La imagen no es muy esperanzadora:  descenso de los ingresos y descenso más acusado del beneficio neto.


Fuente: Informe 2015 Procter & Gamble

En el informe anual habitualmente se presentan tres ejercicios, el actual y los dos anteriores. En el gráfico que reproducimos a continuación tenemos los ingresos de los últimos diez años. Los datos proceden de Morningstar (excepto los de 2005 que proceden del informe de la compañía) y desconozco por qué en las cifras de 2014 y 2013 los datos de Morningstar no coinciden con el informe de cuenta de resultados publicado por Procter & Gamble. El crecimiento anual compuesto de los ingresos en los últimos diez años ha sido del 3 %, pero en los últimos cinco años ha sido negativo (-0.68 %) y todavía peor en el último año (-8.17 %).


El beneficio neto ofrece unos datos todavía más espeluznantes. Crecimiento anual compuesto en los últimos diez años negativo (-0.31 %), que se va deteriorando más en los plazos más cortos: -11.19 % anual en los últimos cinco años y, pásmense, -39.57 % en el último año.



Veamos lo que ha ocurrido con el número de acciones de la compañía en los últimos años. Los programas de recompra han reducido en los últimos nueve años más de un 12 % el número de acciones, lo que supone un ritmo anual de -1.44 %.



Pues bien, pese a ello la disminución del beneficio neto ha sido de tal calibre que, aun con menos acciones entre las que repartirlo, el beneficio por acción también ha disminuido. Cada año de los últimos diez años ha bajado un -0.86 %, pero cada año de los últimos cinco años ha bajado un -9.90 %. Los dividendos, en cambio, mantienen una subida impecable con un crecimiento anual compuesto en los últimos diez años del 9.66 % y en los últimos cinco años del 7.55 %. El descenso del beneficio por acción y el aumento del dividendo por acción lleva, lógicamente, a un aumento en el porcentaje de los beneficios que se paga como dividendos. De hecho, según el último informe anual de la compañía de junio de 2015, el beneficio por acción fue inferior (2.44 $) al dividendo por acción (2.59 $), calculando un payout de 106 %. Desconozco por qué Morningstar da un payout este año del 68.5 % con las mismas cifras. 
Sin embargo, los dividendos no se pagan de los beneficios sino que proceden del flujo de caja libre y, tal como le pasaba a Colgate-Palmolive, el flujo de caja libre es inmenso. En 2015 llega casi a once mil millones de dólares, más que suficientes para pagar los casi siete mil quinientos millones de dólares de dividendos. Hasta el momento los dividendos siempre han estado por debajo del 70 % del flujo de caja libre y diríamos que mientras se mantenga el flujo de caja los dividendos no corren peligro.


Por tanto, como en el caso de Colgate, estamos ante una gran empresa que no está creciendo lo que nos gustaría. A una valoración interesante podría ser una oportunidad de compra. ¿Lo es ahora? Morningstar le otorga una valoración de cuatro estrellas y la rentabilidad por dividendo que ofrece en la actualidad (3.5 %) es un 16 % superior a su media de los últimos cinco años (3 %). Teniendo en cuenta estos dos aspectos y la valoración de FastGraphs, alcanza una puntuación de 3.25 (infravaloración) en la escala de Van Knapp.





Las previsiones de los analistas que siguen el valor aparecen en la siguiente imagen, en la que se ve cómo el promedio de los 20 analistas que han estimado el beneficio para 2016 prevén un descenso del 6.72 % al que seguiría un crecimiento del 13.33 % en 2017 y 9.18 % en 2018.



En conclusión, momentos de profunda reestructuración en la empresa (recordemos que se ha deshecho de 80-100 marcas para concentrarse en las más rentables) que no está claro cómo va a terminar. Esta incertidumbre tiene un riesgo y sólo entraríamos a un precio lo suficientemente atractivo para compensar ese riesgo, pongamos en las proximidades de 60 $.

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