domingo, 30 de diciembre de 2018

Stryker Corporation: Ni es un campeón del dividendo ni su valoración es interesante

El último de los candidatos a la compra del mes de enero de 2019 que vimos en esta entrada era Stryker Corporation. En ella hablábamos de los campeones del dividendo (empresas con más de 25 años de incremento consecutivo del dividendo), pero hemos de decir ya que, pese a lo que digan en la lista CCC, Stryker no es un campeón del dividendo. Puede tener otros atractivos y por eso vamos a dedicarle esta entrada.



Stryker es una de las compañías mundiales líderes en el sector de tecnología médica y ofrece productos innovadores en Ortopedia, Medicina, Cirugía y Neurotecnología y Columna vertebral para mejorar los resultados de pacientes y hospitales.

La empresa

Stryker se incorporó en Michigan en 1946 como la compañía heredera del negocio fundado en 1941 por el Dr. Homer H. Stryker, un traumatólogo eminente que inventó varios productos médicos. Los productos de la empresa se venden en más de 85 países por medio de filiales, así como distribuidores externos, e incluyen prótesis articulares para cirugía ortopédica, sistemas de navegación para la realización de cirugías, sistemas endoscópicos, equipamiento médico para servicios de urgencias, dispositivos desechables para cuidados intensivos, dispositivos para columna vertebral, neurocirugía y nerovascular, así como otros productos utilizados en una amplia variedad de especialidades médicas. 
Stryker informa de tres segmentos de negocio (la información procede del informe anual 2017 de la compañía y las cifras están expresadas como millones de dólares):

Dentro del segmento Orthopaedics, que representa el 38 % de las
ventas totales de la compañía, se encuentran las ventas de prótesis de rodilla y cadera, traumatología y extremidades y otros.

El segmento MedSurg representa casi el 45 % de las ventas totales de la compañía e incluye sistemas de navegación y equipamiento quirúrgico (Instrumentos), sistemas de comunicaciones y endoscópicos (Endoscopia), productos desechables para urgencias y cuidados críticos (Médico), dispositivos médicos reprocesados (Sostenibilidad) y otros.

Finalmente, las ventas del segmento Neurotechnology and Spine suponen el 17,5 % de las ventas totales de Stryker y comprenden dispositivos implantables neuroquirúrgicos, neurovasculares y para la columna vertebral.


Las cifras de la empresa

En cuanto a la línea de arriba, en los últimos cinco años las ventas de la empresa han aumentado un 8,37 % anual. La compañía ha sido capaz de moderar sus gastos de explotación (4,76 % anual) para que el resultado de explotación haya aumentado un 17,23 % anual entre 2013 y 2017. Sin embargo, la provisión para impuestos sobre beneficios ha pasado d 206 millones de dólares en 2013 a 1.043 millones de dólares en 2017, por lo que su resultado neto apenas ha crecido un 0,35 % anual en los últimos cinco años. El margen de explotación ha mejorado un 8,16 % anual, al pasar de 14,46 % en 2013 a 19,79 % en 2017.

El beneficio por acción ha sido errático en los últimos diez años, en buena medida porque Stryker ha realizado diversas adquisiciones. En 2013 Stryker gastó 2.320 millones de dólares en la compra de Trauson y MAKO, mientras que en 2014 la compañía empleó 916 millones de dólares en la compra de SBi, Berchtold, PST y Pivot. En 2016 Stryker adquirió Sage Products por 2.800 millones de dólares y Physio-Control por 1.280 millones de dólares. En 2017 Stryker compró NOVADAQ por 716 millones de dólares y tuvo que recuperar productos posiblemente defectuosos de Sage para su revisión.

Stryker no es una compañía que destaque por el volumen y consistencia de sus programas de recompras de acciones. Es verdad que ha gastado más de 3.500 millones de dólares en los últimos diez años, pero hay que tener en cuenta que 1.000 millones de dólares se produjeron en 2008 mientras que varios años no se ha realizado ninguna recompra o ha sido testimonial. 

Como consecuencia, Stryker ha reducido en 10 años su número medio ponderado diluido de acciones un 8,89 %, es decir, un promedio de -0,93 % anual.


El futuro de la empresa

Sin embargo, hasta aquí tenemos una idea del pasado reciente de la compañía y a nosotros lo que nos interesa es el futuro. No compramos el pasado, sino que pagamos por el dinero que va a generar la compañía en el futuro. La previsión de beneficios de la empresa en los próximos años aparece en la siguiente imagen de FastGraphs.



Los analistas prevén un crecimiento de los beneficios del 12 % en 2018, 10 % en 2019 y 10 % en 2020. La tesis de FastGraphs es que el precio de la acción seguirá a los beneficios de la empresa y, por tanto, si se  cumplen las previsiones tendríamos un retorno total que podría variar entre el 11,77 y el 13,77 % en los tres próximos años (1,25 % de rentabilidad por dividendo más 0,52 % de recompra de acciones actualmente). Ahora bien, ¿estas cifras corresponden a un futuro probable? Podemos estar tranquilos en este sentido, porque tanto en las previsiones realizadas con uno o dos años de antelación, la empresa cumple en todos los casos.




Rentabilidad de la empresa


¿En cuánto dinero es capaz de convertir la empresa un dólar que invierte? Para poder decir que la empresa crea valor para el accionista, al menos debería convertir un dólar en algo más que un dólar. Cada dólar que pide prestado a sus accionistas (fondos propios) o a los bonistas (deuda) tiene un coste, el coste medio ponderado del capital (weighted average cost of capital, WACC), que depende de la proporción de dinero que solicita a unos o a otros. El dinero en el que convierte la inversión se mide por el retorno sobre el capital invertido (return on invested capital, ROIC). Cuanto mayor sea la diferencia entre WACC y ROIC mayor valor crea la empresa para el accionista. El gráfico siguiente, con datos de morningstar y gurufocus.com, lo muestra y lo que vemos no es especialmente alentador. El ROIC ha pasado de 22,37 % en 2015 a 8,86 % en 2017. Todavía crea valor para el accionista, pero la tendencia no anima. 



Retribución al accionista

En el registro de la lista CCC figura Stryker como campeón del dividendo. En seeking alpha afirman que lleva 25 años de incremento consecutivo del dividendo.



Sin embargo, con datos de la propia compañía nosotros vemos que en 2009 el dividendo se recortó un 37,50 % al pasar de 0,40 $ a 0,25 $ por acción, lo que nos dejaría una serie de 10 años de incremento consecutivo del dividendo.

Stryker abonó un dividendo anual hasta 2009 y desde 2010 abona un dividendo trimestral. Recientemente anunció para enero de 2019 una subida del dividendo de 0,47 a 0,52 $ por acción.

En estos momentos Stryker paga una rentabilidad de 1,25 % y lo ha aumentado un 11,90 % anual en los últimos cinco años. 
La empresa no ha tenido problemas, desde el punto de vista del beneficio por acción, para pagar el dividendo en los últimos años. Como vemos el EPS payout alcanzó casi el 100 % en 2014, pero el resto de los últimos ejercicios se ha mantenido por debajo del 70 %.

Por eso de que el dinero es un hecho, mientras que el beneficio es una opinión, es más importante el porcentaje que representa el dividendo respecto al flujo de caja libre (FCF payout) que el EPS payout (la proporción entre el dividendo y el beneficio por acción). En 2015 Stryker tuvo un FCF payout ligeramente superior al 80 %, pero actualmente se encuentra por debajo del 70 %.


Deuda y calificación crediticia

Como resultado de la emisión de 3.500 millones de dólares de deuda sin garantía por parte de Stryker en 2016, Moody's redujo la calificación crediticia de A3 a Baa1 y Standard & Poor's también empeoró su tradicional calificación A+ a A.

En los últimos ejercicios la deuda ha seguido un camino ascendente hasta situar una relación deuda total a fondos propios de 0,31 en 2013 en una relación de 0,72 en 2017. En estos momentos Stryker necesitaría el flujo de caja libre de siete años y medio para pagar la totalidad de la deuda, cuando lo que deseamos es que esa cifra sea inferior a cuatro años.


Valoración

FastGraphs considera que Stryker está cotizando con un PER de 21,3, bastante por encima de su PER histórico de 10 años (17,2) y del PER de 15 que se justificaría por el crecimiento de sus beneficios (9,9 % anual). Viendo la imagen siguiente podemos decir que Stryker cotiza muy por encima de su precio justo.



Morningstar considera no obstante que Stryker cotiza alrededor de su precio justo (tres estrellas), tiene una ventaja competitiva amplia y presenta una incertidumbre moderada con respecto a la estimación de su precio justo. En la escala de David Van Knapp Stryker obtiene 2,25 puntos, por lo que la acción hay que considerarla sobrevalorada (2,75 señala la puntuación que separa la infra de la sobrevaloración).



Una inversión en estos momentos podría obtener un retorno total de un 5,40 % anual en los próximos tres años si el precio se contrajese hasta la relación PER histórica de 5 años (19,1).

Conclusión

Stryker es una compañía del sector de instrumental médico cuyo precio ha pasado en las últimas fechas de estar sobrevalorado a simplemente menos sobrevalorado. Su rentabilidad es baja (menos de 1,5 %), aunque el ritmo de crecimiento del dividendo es alto (casi un 12 % anual en los últimos cinco años). La recompra de acciones es errática y el endeudamiento de la compañía para comprar otras empresas en los últimos años no le va a permitir aumentar esa otra forma de retribución al accionista. Por otro lado, Stryker no es un campeón del dividendo, como erróneamente le atribuimos siguiendo la calificación de Justin Law en la lista CCC (refrendada por Seeking alpha), pues la empresa lleva solo diez años de incremento consecutivo del dividendo.

Conflicto de intereses: Actualmente no mantenemos una posición en Stryker ni tenemos pensado iniciarla en las próximas 72 horas.

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