- Incremento consecutivo del dividendo mayor o igual a 10 años.
- Calificación de riesgo crediticio BBB+ o superior.
- EPS payout < 75 %
- Capitalización > 10.000 millones de dólares.
- Incremento anual del dividendo > 5 % en los últimos 1, 3, 5 y 10 años.
- Chowder (suma de la rentabilidad por dividendo y el crecimiento anual del dividendo en los últimos 5 años) > 12 %.
- Crecimiento anual previsto del dividendo > 5 % en los próximos 4 años.
- Precio actual inferior a la media entre máximo y mínimo de 52 semanas. Es posible que no compres la acción al precio más bajo, pero desde luego tampoco la compras al precio más alto.
International Flavors & Fragrances
International Flavors & Fragrances produce sabores y fragancias para alimentación, bebidas, artículos del hogar y para el cuidado personal. Para la elaboración de sus productos utiliza fórmulas propias o trabaja junto con sus clientes para la elaboración de soluciones personalizadas. La compañía obtiene la mitad de sus ventas de sabores y la otra mitad de fragancias, con una ligera preponderancia de su negocio de sabores con respecto a los beneficios de la empresa. Junto con las compañías Givaudan, Firmenich y Symrise, International Flavors & Fragrances es una de las cuatro grandes de su segmento.
Los ingresos han crecido un 3,58 % anual en los últimos cinco años. El resultado operativo ha aumentado algo menos (3,01 %), pero el margen operativo ha descendido 110 puntos básicos en 2017 frente al ejercicio anterior.
El beneficio neto, sin embargo, ha descendido un 4,37 % anual en los últimos cinco años, sobre todo motivado por un empeoramiento del margen neto en el último año. El tipo impositivo prácticamente se ha doblado en el ejercicio 2017 (7,10 %) con respecto a 2016 (3,81 %).
En cuanto a la rentabilidad que obtiene la compañía en comparación con el coste del dinero que utiliza, el gráfico no es especialmente satisfactorio. El retorno sobre el capital invertido viene descendiendo desde el año 2014 y si no mejora en ejercicios sucesivos terminará por igualarse con el coste medio ponderado de capital. La diferencia en el año 2017 es de tan solo 224 puntos básicos.
La deuda total de IF&F ha crecido un 15 % anual en los últimos cinco años, hasta hacerse similar a los fondos propios (relación entre deuda y fondos propios de 0,97).
Si comparamos la deuda total con el EBITDA, la relación es todavía poco preocupante, pero llama la atención el contraste entre el crecimiento de la deuda y el práctico estancamiento del EBITDA. En los últimos cinco años este ha aumentado un 3,93 % anual.
Todavía más llamativa es la relación entre la deuda y el flujo de caja libre. Entre 2013 y 2016 eran necesarios menos de 4 años de flujo de caja libre para pagar la totalidad de la deuda. En 2017 son necesarios más de 6 años para pagarla. No es extraño ya que la deuda crece un 15 % anual mientras que el flujo de caja libre disminuye un 1,08 % anual en los últimos cinco años. Por tanto, no es que la deuda en sí sea preocupante, sino que los beneficios y el flujo de caja libre no crecen demasiado (resultado operativo) o disminuyen (FCF).
La compañía lleva aumentando su dividendo trimestral desde el año 2003, después del recorte del año 2000.
IF&F ha alcanzado 16 años de incremento consecutivo del dividendo y en los últimos cinco años el aumento ha sido de un 15,40 % anual. La rentabilidad que ofrece ahora mismo la empresa es de un 2 %.
Dado que la empresa viene ganando menos dinero desde el año 2015 y el dividendo ha seguido aumentando, el EPS payout ha pasado de ser del 34 % en 2013 a doblarse en 2017 (71,5 %).
Otro tanto le ocurre a la proporción que los dividendos representan con respecto al flujo de caja libre. Más dividendos y menos flujo de caja libre igual a FCF payout que pasa del 32 % en 2013 al 79 % en 2017.
Pese a ello, la empresa ha seguido empleando dinero en la compra de acciones propias y en los últimos cinco años ha dedicado 440 millones de dólares a este concepto.
En cuanto a la valoración, Morningstar le otorga 3 estrellas y considera que la acción está adecuadamente valorada (precio objetivo 144 $). FastGraphs lo ve de otra manera y en la imagen siguiente queda patente que la acción está sobrevalorada, cotizando a un PE 23,3 que es bastante superior al PE histórico de 10 años (18,2).
Cardinal Health
Es una empresa distribuidora de productos sanitarios, que, como todos los distribuidores, operan con unos márgenes muy bajos y el éxito de su negocio descansa en operar con muy altos volúmenes de ventas. A la mínima que el negocio estornuda (Amazon quiere entrar a vender productos sanitarios, ¿por qué no?), las cifras se desploman. Las ventas, el alimento de la empresa, han crecido un 3,86 % anual en los últimos 6 años, pero los gastos de explotación han crecido casi un 10 % anual en el mismo período de tiempo y el margen de explotación ha caído un 0,5 % anual desde 2012.
A la empresa le costó financiarse un 6,55 % en el ejercicio 2017 y la rentabilidad sobre el capital invertido que obtuvo fue del 14,19 %. Crea valor para el accionista, sí, pero el ROIC ha caído desde el 18,31 % que mostró en 2016.
La deuda total ha crecido, atención, un 29 % anual desde 2012. Ello se debe a la adquisición de tres segmentos de la compañía Medtronic (Cuidado del paciente, Trombosis venosa profunda y Nutrición). Aunque la relación con los fondos propios es de 1,53, la tendencia es preocupante porque en 2012 era inferior a 0,5.
Si comparamos la deuda total con el EBITDA, vemos como la relación ha aumentado hasta 3,66 en el último ejercicio. Es inferior a 4, vale, pero ¿qué decíamos antes? Pues que si la compañía se endeuda para crecer y la compra del negocio de Medtronic se integra bien, endeudarse no es malo.
Si queremos ver que la totalidad de la deuda se puede abonar con menos de 4 años de flujo de caja libre, más vale que miremos a otra compañía. No solo la deuda total se ha disparado, sino que el flujo de caja libre ha caído un 2,68 % anual en los últimos seis años. Destaca especialmente que en el último ejercicio la caída haya sido de un 68,20 %, por lo que no es de extrañar que se necesiten más de 12 años de flujo de caja libre para pagar la totalidad de la deuda.
Cardinal Health retribuye al accionista mediante el pago de dividendos trimestrales. El último incremento se produjo en el mes de julio del año pasado y es de esperar que en julio de este año se produzca un nuevo aumento.
Cardinal Health lleva 21 años de incremento consecutivo del dividendo. En los últimos cinco años el aumento ha sido de un 15,44 % anual y la rentabilidad actual es de un 2,58 % (rentabilidad media en los últimos cinco años 2,04 %).
El dividendo representa menos del 50 % del beneficio por acción.
Sin embargo, el dividendo representa el 72,40 % del flujo de caja libre por acción después del desplome de los flujos de caja del año 2017.
Los dividendos no son la única forma de retribuir al accionista, sino que la empresa compra acciones propias, lo que añade una rentabilidad adicional. En el ejercicio 2017 la rentabilidad por la compra de acciones propias fue del 2,59 %, para una rentabilidad total de 5,56 %.
Morningstar considera que la acción está infravalorada y le asigna cuatro estrellas. La imagen de FastGraphs coincide con esa apreciación.
Ameriprise Financial
Ameriprise Financial es una empresa que se separó de American Express en 2005 y se ha convertido en una de las mayores gestoras de activos y patrimonio en el mercado americano, con más de 800 mil millones de dólares. La compañía mantiene una presencia destacada en el mercado de las anualidades y los seguros de vida, pero cada vez contribuyen menos a los beneficios de la empresa, que proceden fundamentalmente de la gestión de activos. Ingresos, beneficios y márgenes.
La diferencia entre el coste medio ponderado de capital y el retorno sobre el capital invertido es favorable a la creación de valor para el accionista, aunque es una diferencia pequeña.
La deuda total de la empresa se ha reducido en los dos últimos años y su relación con los fondos propios se ha hecho inferior a 1.
El apalancamiento de la empresa, medido por la relación entre la deuda total y el EBITDA (resultado operativo más depreciación y amortización), fue de 2 en el ejercicio 2017 y, por tanto, no es preocupante.
Tampoco si miramos la relación entre la deuda total y el flujo de caja libre nos encontramos inquietos. Si la empresa emplease el flujo de caja libre para pagar la totalidad de la deuda, necesitaría menos de cuatro años para saldarla.
La empresa retribuye al accionista mediante un dividendo trimestral que lleva abonando desde su creación en 2005. El próximo mayo debería anunciar un nuevo incremento anual.
Si así lo hiciese, Ameriprise Financial alcanzaría 14 años de incremento consecutivo del dividendo. En los últimos cinco años la empresa lo ha aumentado un 17,77 % anual y actualmente paga una rentabilidad de 2,06 % (rentabilidad media en los últimos cinco años 2,21 %).
La empresa no parece tener problemas para pagar el dividendo, pues este representa menos del 40 % de su beneficio por acción.
Más desahogadas son las cifras del dividendo con respecto al flujo de caja libre, pues representa un 32 % de este.
No solo mediante dividendos retribuye la empresa al accionista, pues Ameriprise Financial emplea dinero en comprar acciones propias, y no en pequeña cantidad. En los últimos cinco años ha dedicado a este concepto más de 8.000 millones de dólares. Esto representó en el año 2017 una rentabilidad de la recompra de acciones de un 6,18 %.
En cuanto a la valoración, Morningstar estima un valor justo de 136 $ y para FastGraphs la acción cotiza alrededor de su precio justo.
En resumidas cuentas, en esta entrega de tres candidatos tenemos una acción sobrevalorada (International Flavors & Fragrances), otra que cotiza a su precio justo (Ameriprise Financial) y otra que parece infravalorada (Cardinal Health).
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