domingo, 1 de mayo de 2016

Brown-Forman: Algo más que Jack Daniel's

De los campeones del dividendo de David Fish (acciones que llevan más de 25 años de incremento consecutivo del mismo y son el equivalente aproximado a los aristócratas del dividendo de S&P), la acción que cotiza más alejada del punto medio entre máximos y mínimos de 52 semanas (tal vez debería explicarme un poco mejor, pero sencillamente no puedo) es Brown-Forman. Tal vez ese nombre sea desconocido para muchos, he de confesar que lo era para mí, pero es el fabricante del bourbon Jack Daniel's y de otros licores.




Así que vamos a echarle un vistazo hoy a la acción y ver si ofrece alguna oportunidad de inversión, porque la compra del mes de abril se ha ido retrasando y entre unas cosas y otras ya no va a ser en abril, sino que tendrá que ser en mayo.

La empresa

Brown-Forman es una empresa norteamericana familiar que se dedica a la fabricación y distribución de bebidas alcohólicas.

La historia de la empresa comenzó en 1870, cuando George Garvin Brown, un farmacéutico de Louisville, Kentucky, fundó con su hermanastro la empresa J.T.S. Brown and Bro, y comenzaron a vender whisky en botellas de cristal precintadas para mantener su calidad, en un momento en el que lo habitual era venderlo en barriles. La marca insignia de la empresa era, agárrate, Old Forester Kentucky Straight Bourbon Whisky. Después de varios cambios de nombre y de la disolución de la sociedad, George Garvin se asoció con George Forman, su contable y amigo, y nació Brown-Forman. 

Hoy día, Garvin Brown IV, un descendiente del fundador, es el jefe del consejo de dirección de la corporación, y forma parte de la quinta generación de la familia Brown que dirige la empresa. Brown-Forman emplea más de 4.000 personas en todo el mundo, una cuarta parte de las cuales trabajan en la sede central en Louisville.  

El catálogo de 25 referencias que fabrica la compañía están agrupadas en las siguientes marcas:

  • Whisky: Jack Daniel's, Woodford Reserve, Old Forester, Early Times y Canadian Whisky.
  • Tequila: Herradura, El Jimador, Don Eduardo y Pepe López.
  • Vodka: Finlandia, Little Black Dress.
  • Licor de frambuesas: Chambord.
  • Vino: Korbel y Sonoma-Cutrer.

Además, Brown-Forman es propietaria de la red de distribución de sus productos en Estados Unidos, Australia, Brasil, Canadá, China, República Checa, Francia, Alemania, Corea del Sur, México, Polonia y Turquía. En el Reino Unido tiene un acuerdo con Bacardi Limited para vender el catálogo de ambas compañías. En otros mercados, como Italia, Japón, Rusia, Sudáfrica y España, la red de distribución de sus productos no es propiedad de Brown-Forman.

La mayoría de sus ventas procede de la marca Jack Daniel's, con casi un 60 %.
Jack Daniel's fue en 2014 la marca más vendida de whisky en el mundo, si se excluye el whisky escocés.

Southern Comfort fue en 2014 la quinta marca más vendida de licor en el mundo.
Finlandia estuvo en 2014 cerca de entrar entre las diez marcas más vendidas de vodka.

El Jimador fue la cuarta marca de tequila más vendida en el mundo.

Jack Daniel's fue en 2015 la sexta marca con mayor valor en el mercado de bebidas alcohólicas de alta graduación.
Por zona geográfica, tres cuartas partes de las ventas de Brown-Forman se producen en Estados Unidos y Europa.

La cuenta de pérdidas y ganancias de la empresa

En los últimos diez años, los ingresos de Brown-Forman han aumentado a un ritmo del 4.14 % anual, acelerándose hasta un 4.89 % anual en los últimos cinco años. El beneficio de explotación ha crecido a un ritmo del 9.41 % anual en los últimos diez años, debido a un margen de explotación que ha subido del 15 % en 2005 hasta el 25 % en 2015. Por su parte, el beneficio neto ha crecido a un 8.31 % anual en los últimos diez años (8.78 % anual en los últimos cinco años), con una mejora de los márgenes desde el 11.3 al 16.7 % en el período entre 2005 y 2010.

El número de acciones de la compañía se ha reducido a un ritmo de 0.90 % anual en los últimos nueve años, al pasar de 231 a 213 millones de acciones (fuente: Morningstar).

La división entre el beneficio neto y el número de acciones da lugar al beneficio por acción, que ha aumentado a un ritmo de 9.13 % anual en los últimos diez años (9.82 % en los últimos cinco años).

La prueba del dólar

¿En cuánto dinero es capaz de convertir la empresa un dólar que invierte? Para poder decir que la empresa crea valor para el accionista, al menos debería convertir un dólar en algo más que un dólar. Cada dólar que pide prestado a sus accionistas (fondos propios) o a los bancos (deuda) tiene un coste, el coste medio ponderado del capital (weighted average cost of capital, WACC), que depende de la proporción de dinero que solicita a unos o a otros. El dinero en el que convierte la inversión se mide por el retorno sobre el capital invertido (return on invested capital, ROIC). Cuanto mayor sea la diferencia entre WACC y ROIC mayor valor crea la empresa para el accionista.

Como vemos en la imagen, la diferencia es considerable entre un WACC inferior al 10 % y un ROIC que en muchos períodos es superior al 25 %.

El dividendo de Brown-Forman

Nuestra estrategia de inversión se basa en comprar acciones que no sólo abonan dividendos, sino que los aumentan cada año. Brown-Forman comenzó a cotizar en 1933 y ha abonado dividendos de forma ininterrumpida en los últimos 71 años. Además, ha aumentado el dividendo cada año de los últimos 32 años. En la imagen inferior pueden verse los dividendos regulares trimestrales abonados en los últimos años. No se incluyen los dividendos especiales de 4 $ y 1 $ que la empresa pagó en 2012 y 2010, respectivamente.

El crecimiento del dividendo ha mostrado un buen ritmo, pues fue del 9.46 % anual en los últimos diez años, 8.90 % anual en los últimos cinco años y, lejos de reducirse, ha aumentado al 10.78 % anual en los últimos tres años. En el último año el incremento todavía fue mayor, el 11.01 %.

La dirección ha sido prudente, pues el dividendo, a pesar de las subidas, ha estado siempre bien cubierto por el flujo de efectivo libre, el dinero que queda después de las inversiones necesarias para mantener el negocio en funcionamiento.


Como podemos ver, nunca se empleó más de un 60 % del flujo de efectivo libre para pagar los dividendos regulares. No incluimos aquí los dividendos especiales. Además de los dividendos, los accionistas se benefician de los programas de recompra de acciones, que hacen que el número de acciones entre las que repartir el beneficio neto disminuya.

Las cinco pruebas del flujo de caja libre

1. Flujo de caja libre positivo.

En los últimos cinco años el flujo de caja libre de Brown-Forman ha sido positivo y bastante estable, aunque ha mostrado una leve disminución anual del 1 %PASA.

2. Retorno de liquidez sobre el capital invertido > 10 %.

El retorno de liquidez sobre el capital invertido (Cash return on invested capital, CROIC) es el flujo de caja libre dividido entre la suma de deuda y capital social, y da una idea de la eficiencia de la empresa para generar el flujo de caja libre. Si una compañía tiene un CROIC del 10 % quiere decir que por cada dólar invertido en el negocio obtiene una liquidez de 0.10 $. Al menos el CROIC debe ser superior al 10 % en los últimos cinco años.


Brown-Forman ha presentado un CROIC superior al 15 % en los últimos cinco años. PASA.

3. Flujo de caja libre con respecto a la deuda > 25 %.


Brown-Forman tiene en la actualidad una deuda total de alrededor de mil millones de euros. Si comparamos esa cantidad con el flujo de caja libre vemos que la empresa podría pagar la totalidad de la deuda con el flujo de caja libre de 2 años, por lo que consideramos que la deuda está controlada y no es un problema para la compañía.

Si buscamos un flujo de caja libre con respecto a la deuda superior al 25 % (es decir, deuda pagable con hasta cuatro años de flujo de caja libre), tenemos que Brown-Forman supera con holgura ese umbral en los últimos cinco años. PASA.

4. Dividendo. 

En este caso los objetivos son dos, primero calcular la rentabilidad del flujo de caja libre y comprobar si es superior al 3.5 %. Para ello calculamos el flujo de caja libre por acción dividiendo el flujo de caja libre obtenido de los informes anuales entre el número de acciones que aparecen en la misma fuente, y vemos qué porcentaje representa con respecto al precio de la acción a fecha de final del ejercicio (30 de abril). En otras palabras, qué rentabilidad obtendríamos si todo el flujo de caja libre por acción se abonase como dividendo.

Como vemos, la rentabilidad del flujo de caja libre en los últimos años no ha sido siempre superior al 3.5 %.

En segundo lugar, calculamos el porcentaje del flujo de caja libre abonado como dividendo (FCF payout) y comprobamos si es inferior al 75 %.


Brown-Forman ha cumplido todos los años. Dado que en los dos aspectos evaluados del flujo de caja libre y el dividendo, la compañía falla en uno de ellos, tenemos el primer FALLA. 

5. Valor justo con respecto al flujo de caja libre.

Para finalizar tratamos de calcular el valor justo de la acción para el flujo de caja libre que presenta, mediante la relación entre el valor de la empresa (Enterprise Value, EV) y el flujo de caja libre (EV/FCF).

El promedio de los últimos cinco años es de 34.81.


Ese valor promedio lo multiplicamos por el FCF por acción promedio del último ejercicio y del previsto en los dos siguientes. Para calcular el FCF previsto en los próximos dos años tomamos los ingresos por ventas previstos en los dos próximos años (vía Thomson Reuters) y los multiplicamos por la media de:

  • FCF/Ingresos del último año (11.79 %)
  • FCF/Ingresos promedio de los últimos cinco años (12.64 %)
Esa media es de 12.22 %, por lo que utilizando esas cifras podemos estimar las cifras de FCF de los próximos años.

Vamos a considerar que el número de acciones se mantiene constante en los próximos dos años. Los flujos de caja libre previstos corresponderían con una media de flujo de caja libre por acción en 2015, 2016 y 2017 de 2.30 $.


Si este valor lo multiplicamos por el EV/FCF promedio de los últimos cinco años (34.81) obtenemos un valor justo con respecto al flujo de caja libre de 80.11 $. Dado que el precio al que cotiza actualmente es de 96.32 $, la acción estaría ahora sobrevalorada en un 20 % con respecto a su flujo de caja libre. FALLA.

Por tanto, Brown-Forman pasa tres de las cinco pruebas del flujo de caja libre.

Deuda



La relación entre la deuda y el capital social ("debt/equity") es importante para valorar la salud de una empresa. La relación D/E de Brown-Forman es de un 52 %, bastante baja. Además, Brown-Forman sabe qué hacer con el dinero, pues lo multiplica por dos y medio.


Valoración

Del consenso de 18 analistas de Thomson Reuters surge una media de precio objetivo de 102.94 $, con un rango que va de 88 a 125 $. Si nos atenemos a estas estimaciones la acción podría subir un 6.9 % hasta llegar al precio medio objetivo, con un recorrido a la baja del 8.6 % y un recorrido al alza del 30 % desde su precio actual. Podríamos decir que el riesgo de bajar es menor que la probabilidad de subir. Sin embargo, la recomendación de 12 de los 18 analistas es de mantener. Del resto, dos recomiendan comprar, uno sobreponderar y tres infraponderar.

FastGraphs recoge un PER actual de 28.5 y muestra que la acción está sobrevalorada. La línea negra del precio está bastante por encima de la zona verde oscuro que indicaría posible infravaloración. Según Chuck Carnevale hay que tener cuidado con pagar más de un PER 15 por una acción, salvo que la empresa esté creciendo a un porcentaje similar al PER. Y Brown-Forman, con todas sus virtudes, no está creciendo a un 28.5 % anual. Bien es verdad que la empresa no se encuentra infravalorada según este gráfico desde el año 2009.



Morningstar le da dos estrellas, considerando también la acción sobrevalorada.



Si consideramos la escala de Van Knapp, Brown-Forman obtendría una puntuación de 1.75, claramente sobrevalorada.

Conclusión

Brown-Forman es un campeón del dividendo que pertenece al sector consumo básico. Aunque su rentabilidad por dividendo es inferior al 1.5 %, ha mostrado un crecimiento del dividendo cercano al 10 % anual en todos los plazos entre uno y diez años. El problema es que existe una rara unanimidad en considerar la acción sobrevalorada, por lo que no consideraríamos su compra hasta que la cotización se acercase a los 80 $.

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