Ahora que la compañía, el sector salud y la bolsa en general han caído, es el momento de ver si su cotización actual resulta atractiva.
La empresa
Amgen descubre, desarrolla, fabrica y suministra tratamientos médicos en todo el mundo, aunque su mercado principal es Estados Unidos, responsable de casi el 80 % de sus ventas.
Enbrel (etanercept) fue lanzado al mercado en 1998 y tiene indicaciones aprobadas para el tratamiento de pacientes con artritis reumatoide activa moderada a severa, psoriasis en placas crónica moderada o severa con indicación de tratamiento sistémico o fototerapia o artritis psoriásica activa. Su patente, dependiendo de las indicaciones, finaliza entre 2019 y 2029, aunque la FDA acaba de ampliar este mes sus indicaciones a niños con psoriasis en placas crónica moderada o severa (primer y único fármaco sistémico aprobado para esta indicación).
Neulasta (pegfilgrastim) fue lanzado al mercado en 2002 y tiene la indicación de ayudar a prevenir la aparición de infecciones en pacientes diagnosticados de cáncer (de estirpe no mieloide) y que presentan leucopenia asociada a la quimioterapia. Su patente terminó en Europa en 2015.
Aranesp (darbepoetina alfa) comenzó a comercializarse en 2001 para el tratamiento de la anemia asociada a la enfermedad renal crónica en pacientes con o sin diálisis. También está indicado en el tratamiento de la anemia asociada a la supresión de la médula ósea debida a quimioterapia (cánceres no mieloides) y cuando la quimioterapia va a ser utilizada al menos dos meses después del inicio de tratamiento con Aranesp. Su patente terminó en Europa en 2014, pero en Estados Unidos tiene validez hasta 2024.
Epogen (epoetina alfa) fue comercializado en 1989 para el tratamiento de la anemia asociada a la enfermedad renal crónica en diálisis con el objetivo de disminuir la transfusión de sangre. Epogen compite con Aranesp en pacientes con diálisis. Su patente ya finalizó en todo el mundo.
Sensipar (cinacalcet, Estados Unidos) / Mimpara (cinacalcet, Europa) fue lanzado al mercado en 2004 para el tratamiento del hiperparatiroidismo secundario en pacientes con enfermedad renal crónica sometidos a diálisis. Su patente terminó en Europa en 2015 y finalizará en Estados Unidos en diciembre de 2016 y marzo de 2018.
Xgeva (denosumab) fue comercializado en Estados Unidos en 2010 para la prevención de problemas esqueléticos en pacientes con metástasis óseas de tumores sólidos. No está indicado para la prevención de problemas esqueléticos en pacientes con mieloma múltiple. Su patente finaliza en Estados Unidos entre 2017 y 2025. En Europa se lanzó en 2011 con la misma indicación y su patente finaliza entre 2017 y 2022.
Prolia (denosumab) fue comercializado en Estados Unidos y Europa en 2010. Contiene el mismo principio activo que Xgeva pero está aprobado para otras indicaciones, pacientes, dosis y frecuencia de administración. Se utiliza sobre todo para el tratamiento de mujeres postmenopáusicas con osteoporosis y alto riesgo de fractura.
Neupogen (filgrastim) fue lanzado al mercado en 1991 y utilizado con la indicación de reducir la probabilidad de infección en pacientes diagnosticados de cáncer (no mieloide) y que presentan leucopenia asociada a la quimioterapia. Su patente ya caducó.
Dentro del apartado de otros productos comercializados por Amgen se encuentran Vectibix (panitumumab), un anticuerpo monoclonal; Nplate (romiplostim), utilizado para aumentar el número de plaquetas; Kyprolis (carfilzomib), para el tratamiento del mieloma múltiple y el cáncer de pulmón de células pequeñas; BLINCYTO (binatumomab), para el tratamiento de pacientes con leucemia linfoblástica aguda de precursores de células B; y otros como Repatha (evolocumab), Corlanor (ivabradine) e IMLYGIC (talimogene laherparepvec). Después de semejante catarata de nombres estamos agotados, por algo nos resistimos a analizar compañías farmacéuticas. Vamos ahora a los números que, en comparación, parecen incluso menos hostiles.
La cuenta de pérdidas y ganancias de la empresa
En los últimos cinco años, los ingresos de Amgen han crecido a un ritmo anual del 8,58 %. En cambio, el beneficio de explotación ha crecido a un ritmo del 18,39 % anual en el mismo período de tiempo, debido a una importante contención de los gastos de explotación, que se han mantenido planos (apenas 0,34 % anual). El beneficio neto ha crecido algo menos que el beneficio de explotación, un no desdeñable 17,16 % anual en los últimos cinco años, debido a que la provisión para impuestos aumentó un 143 % en el último ejercicio. os impuestos crecieron un 22 % anual), con una mejora del margen neto de casi un 6 % anual.
Un 11 % de crecimiento de los beneficios en 2016 y un 9 % en 2017 son las previsiones de los analistas. Ahora bien, ¿cuánto de fiables son las previsiones? En el caso de Amgen, mucho, pues los beneficios anunciados por la empresa no decepcionaron ni las previsiones realizadas con un año ni con dos años de antelación. Es más, batieron las previsiones realizadas con un año de antelación en un 20 % de las ocasiones.
La prueba del euro
¿En cuánto dinero es capaz de convertir la empresa un dólar que invierte? Para poder decir que la empresa crea valor para el accionista, al menos debería convertir un dólar en algo más que un dólar. Cada dólar que pide prestado a sus accionistas (fondos propios) o a los bonistas (deuda) tiene un coste, el coste medio ponderado del capital (weighted average cost of capital, WACC), que depende de la proporción de dinero que solicita a unos o a otros. El dinero en el que convierte la inversión se mide por el retorno sobre el capital invertido (return on invested capital, ROIC). Cuanto mayor sea la diferencia entre WACC y ROIC mayor valor crea la empresa para el accionista.
¿En cuánto dinero es capaz de convertir la empresa un dólar que invierte? Para poder decir que la empresa crea valor para el accionista, al menos debería convertir un dólar en algo más que un dólar. Cada dólar que pide prestado a sus accionistas (fondos propios) o a los bonistas (deuda) tiene un coste, el coste medio ponderado del capital (weighted average cost of capital, WACC), que depende de la proporción de dinero que solicita a unos o a otros. El dinero en el que convierte la inversión se mide por el retorno sobre el capital invertido (return on invested capital, ROIC). Cuanto mayor sea la diferencia entre WACC y ROIC mayor valor crea la empresa para el accionista.
Como vemos en la imagen anterior, la diferencia entre ROIC y WACC es amplia, pues Amgen paga el dinero con el que se financia a un tipo de interés del 9,28 % y obtiene una rentabilidad sobre el capital invertido de un 25,58 %.
La retribución al accionista
Nuestra estrategia de inversión se basa en comprar acciones que no sólo abonan dividendos, sino que los aumentan cada año. En estos momentos la rentabilidad que ofrece Amgen no está nada mal, pues es de un 3 %. Además, Amgen lleva aumentando sus dividendos de forma ininterrumpida desde que en el año 2011 comenzó a abonarlos. No es una historia muy larga pero, como vemos en el gráfico, no sólo lo ha aumentado anualmente casi un 30 %, sino que se prevé que en 2016 y 2017 lo aumente un 26,5 y un 15 %, respectivamente.
La deuda total de Amgen (deuda corriente más deuda de largo plazo) es superior a sus fondos propios, manteniendo una relación que no nos gusta a primera vista.
Standard & Poors otorga una calificación AA- a la deuda emitida por la empresa, mientras Moody's la califica como Baa1, Fitch como BBB y Morningstar como A, lo que indica la baja probabilidad de que la empresa incurra en un impago.
Valoración
Cuando vemos el gráfico de FastGraphs incluyendo el precio, tenemos una idea de la valoración de la compañía. En estos momentos el precio de Amgen, tras su descenso, está en zona de infravaloración. Cotiza a un P/E de11,9, por debajo de lo que está justificado por sus beneficios y por su crecimiento. Creciendo en los últimos 12 años a una tasa de 12,1 % anual, no estaría justificado pagar más de un P/E 15.
¿Puede bajar más? Por supuesto, pero a largo plazo (y nuestra estrategia de inversión es a largo plazo) una inversión realizada en este momento tendría grandes probabilidades de ir bien. Un 16,68 % anual hasta 2019 estima FastGraphs.
Morningstar le otorga la máxima puntuación, cinco estrellas, y en la escala de David Van Knapp obtiene un 4,75, una puntuación que no recuerdo haber visto.
Conclusión
Amgen es una empresa que pertenece al sector biofarmacéutico, golpeado por las turbulencias políticas. Para el valor, no se sabe si es peor que gane Trump (malo para casi cualquier cosa) o Clinton (con su amenaza de revisar el alto precio al que las compañías venden sus fármacos). Amgen comenzó a pagar dividendo en el año 2011 y lleva 5 años aumentándolo a un ritmo de casi un 30 % anual, con una rentabilidad en estos momentos del 3 %. La deuda total es alta, pero la deuda neta es muy baja y las empresas de calificación crediticia consideran que la probabilidad de impago es muy baja. Después de haber estado cotizando a 175 $ hace poco más de un mes, el descenso de casi un 23 % hasta los 135 $ actuales (mínimos de 52 semanas) coloca a la compañía en un precio muy interesante para entrar en el valor. Lástima que sea justo en el momento en el que nosotros no tenemos liquidez para ello.
Nota: No soy un profesional de las finanzas y todo lo que está expresado aquí son las opiniones de un diletante basadas en las cifras de la empresa. En ningún caso se deben tomar como una recomendación de compra, venta o mantenimiento del valor. Antes de invertir tu dinero, investiga por ti mismo o ponte en manos de profesionales.
Amgen es una empresa que pertenece al sector biofarmacéutico, golpeado por las turbulencias políticas. Para el valor, no se sabe si es peor que gane Trump (malo para casi cualquier cosa) o Clinton (con su amenaza de revisar el alto precio al que las compañías venden sus fármacos). Amgen comenzó a pagar dividendo en el año 2011 y lleva 5 años aumentándolo a un ritmo de casi un 30 % anual, con una rentabilidad en estos momentos del 3 %. La deuda total es alta, pero la deuda neta es muy baja y las empresas de calificación crediticia consideran que la probabilidad de impago es muy baja. Después de haber estado cotizando a 175 $ hace poco más de un mes, el descenso de casi un 23 % hasta los 135 $ actuales (mínimos de 52 semanas) coloca a la compañía en un precio muy interesante para entrar en el valor. Lástima que sea justo en el momento en el que nosotros no tenemos liquidez para ello.
Nota: No soy un profesional de las finanzas y todo lo que está expresado aquí son las opiniones de un diletante basadas en las cifras de la empresa. En ningún caso se deben tomar como una recomendación de compra, venta o mantenimiento del valor. Antes de invertir tu dinero, investiga por ti mismo o ponte en manos de profesionales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario