Visa lleva abonando dividendos desde que comenzó a cotizar y alcanza de esta forma 10 años de incremento consecutivo del dividendo. Aunque su rentabilidad por dividendo es baja, ya que la rentabilidad del nuevo dividendo al precio actual es de un 0,72 %, el ritmo de aumento del dividendo es muy alto. Desde el año 2008 hasta la actualidad el incremento anual ha sido de un 33,11 %. Si bien ese ritmo se ha reducido en períodos más cortos (22,76 % anual en los últimos 5 años, 18 % anual en los últimos 3 años), Visa entra en la categoría de acciones con baja rentabilidad y alto crecimiento del dividendo.
El dividendo se abonará el próximo 5 de diciembre a los accionistas registrados el día 17 de noviembre. La fecha ex-dividendo es el 16 de noviembre de 2017.
En nuestro caso, las 8 acciones que adquirimos cuando parecían caras a 66,98 $ (¿qué no parecerán ahora cuando cotizan a 107,55 $, un 60,6 % más?) pasarán de abonarnos 1,32 $ a 1,56 $ trimestrales. Sé que la cantidad es pequeña, pero estamos construyendo la posición. La imagen de FastGrahps muestra que Visa cotiza a una relación PER de 31,1, bastante por encima del precio que se justificaría por el crecimiento anual de sus beneficios (21,2 % desde 2008 o PER de 21,2, línea naranja) o por su relación PER histórica (24,2, línea azul).
Sin embargo, hay que tener en cuenta que la estimación de los analistas es que los beneficios de Visa crezcan un 17 % en 2018, un 16 % en 2019 y un 18 % en 2020. Y la estimación de los analistas hay que tenerla en cuenta porque Visa siempre las cumple o excede.
Esta entrada no es una recomendación de compra, venta o mantenimiento de Visa. Tan solo es la noticia del aumento del dividendo trimestral de una acción que tenemos en cartera y de lo que eso supone en nuestra estrategia de inversión en acciones que pagan dividendos crecientes. Suerte a todos con vuestras inversiones.
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