sábado, 9 de enero de 2016

La industria estadounidense del tabaco

La curiosa historia del tabaco comienza para nosotros cuando Cristóbal Colón recibe como regalo hojas secas de una planta a la que los indígenas atribuían propiedades medicinales y que fumaban por medio de una caña llamada tobago, de donde procede su nombre. En 1510 Francisco Hernández de Toledo trajo la semilla a España, de donde cincuenta años después pasó a Francia por medio del diplomático Jean Nicot. A este último se debe el nombre genérico de la planta (Nicotiana tabacum). En 1585 el pirata sir Francis Drake la llevó a Inglaterra y otro pirata, sir Walter Raleigh, amante de la reina Isabel, inició en la corte la costumbre de fumar el tabaco en pipa. Paul Auster escribe en Smoke que Raleigh apostó con la reina a que podía medir el peso del humo. Para ello, primero cogió un cigarro nuevo, lo puso en una balanza y lo pesó. Luego lo encendió y se lo fumó, echando cuidadosamente la ceniza en el platillo de la balanza. Cuando lo terminó, puso la colilla en el platillo junto con la ceniza y pesó todo eso. Luego restó esa cifra del peso original del cigarro. La diferencia era el peso del humo.




El nuevo producto se extendió rápidamente por Europa y Rusia, y en el siglo XVII llegó a China, Japón y la costa occidental de África. España monopolizó el comercio del tabaco, para lo cual estableció en 1634 el estanco de este producto para Castilla y León, régimen que en 1707 se extendió a todos los territorios de la corona, acompañado de la prohibición de cultivar la planta en la península para facilitar el control aduanero. La extensión del estanco a Cuba, donde tenía lugar gran parte de la producción, provocó numerosas revueltas y en 1735 España cedió la explotación a la Compañía de La Habana. La América colonial anglófona se convirtió en el primer productor mundial de tabaco. El cultivo se inició en el asentamiento de Jamestown, pero en 1776 se extendió hacia Carolina del Norte y llegó por el Oeste hasta Missouri. Hacia 1864, un agricultor de Ohio obtuvo por casualidad una cepa deficiente en clorofila que recibió el nombre de burley blanco y acabó por convertirse en el ingrediente principal de las mezclas de picadura americana, sobre todo a partir de la invención en 1881 de la máquina de elaborar cigarrillos.


Primera máquina para elaborar cigarrillos, inventada por Bonsack. Fuente

El tabaco se ha convertido en un problema de salud. Según la OMS, el tabaco es una de las mayores amenazas para la salud pública que ha tenido que afrontar el mundo. Mata al 50 % de sus usuarios, lo que se traduce en casi 6 millones de personas al año, de las cuales más de 5 millones son consumidores directos y más de 600.000 son personas que no fuman pero están expuestas al humo ajeno. Durante el siglo XX el tabaco ha sido responsable de cien millones de muertes. Casi el 80 % de los mil millones de fumadores que hay en el mundo viven en países de ingresos bajos o medios, donde es mayor la carga de morbilidad y mortalidad asociada al tabaco. De hecho, en Europa Occidental el consumo de tabaco se ha reducido un 26 % entre 1990 y 2009. Sin embargo, en ese mismo período de tiempo, aumentó un 57 % en África y Oriente Medio. En las próximas dos décadas se espera que el número de fumadores en el mundo supere los mil seiscientos millones.

En noviembre de 1998 se firmó un acuerdo (Tobacco Master Settlement Agreement, MSA) entre las cuatro compañías más grandes de Estados Unidos (Philip Morris Inc, R. J. Reynolds, Brown & Williamson y Lorillard) y los fiscales generales de 46 estados, por el que éstos retiraban las demandas que habían presentado contra la industria para recuperar los costes sanitarios relacionados con el tabaco y exoneraron a las compañías de la responsabilidad civil por los daños. A cambio, las compañías acordaron cesar ciertas prácticas comerciales y pagar a perpetuidad una cantidad anual a los estados para compensarles por los gastos sanitarios derivados de la atención a pacientes con enfermedades relacionadas con el tabaco. La cantidad inicial acordada fue de un mínimo de 206 mil millones de dólares durante los primeros 25 años del acuerdo. Compárese esa cantidad con los ingresos de la industria tabacalera, que sólo en el año 2010 fueron de 664 mil millones de dólares.

Tradicionalmente, las empresas de este grupo forman parte de las carteras clásicas de inversión en empresas que pagan dividendos crecientes. El éxito económico de la industria, pese a los problemas de salud que genera y las fuertes indemnizaciones acordadas, lo explicó Warren Buffett claramente en 1987:
"I'll tell you why I like the cigarette business. It costs a penny to make. Sell it for a dollar. It's addictive. And there's fantastic brand loyalty".
Básicamente, cuesta un penique fabricarlo, se vende por un dólar, crea adicción y los fumadores son fieles a la marca.

Las empresas más importantes por volumen de ventas figuran en la siguiente imagen.


Fuente: Statista
De ellas, Japan Tobacco e Imperial Tobacco cotizan en el mercado over the counter con una liquidez muy baja, y Lorillard ha sido adquirida por Reynolds American, lo que nos deja Philip Morris International, Reynolds American y Altria como los principales jugadores.

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