La clave para encontrar una acción infravalorada es buscar una acción cuyo precio ha caído por debajo de lo que está justificado por sus datos fundamentales. Una vez comprada, el precio de la acción puede seguir cayendo, pero a largo plazo las mayores probabilidades están en conseguir retornos que superen al crecimiento de los beneficios. Mientras eso llega, los dividendos te pagan por esperar que esos rendimientos a largo plazo se manifiesten.
Los verdaderos inversores en valor saben que no pueden sincronizarse con el mercado y, como consecuencia, no lo intentan. En lugar de eso, evalúan cuidadosamente el valor intrínseco de los negocios en los que invierten y toman las decisiones basándose en esa valoración: saben que los beneficios dirigen el precio de la acción a largo plazo.
Los verdaderos inversores en valor compran la compañía y no la acción, por lo que se centran más en la fortaleza y el valor fundamental del negocio en lugar de reaccionar a los vaivenes a corto plazo del precio. El éxito o fracaso de una inversión necesita un plazo mínimo de 3 a 5 años para ser juzgado, dado que esa es la duración de un ciclo de negocios. Ese es el tiempo mínimo que Chuck Carnevale mantiene un acción, aunque su objetivo es poseer una gran compañía para siempre.
Si inviertes en un negocio con una buena valoración, puedes estar seguro de alcanzar el éxito en la inversión si los beneficios y los dividendos crecen en ese plazo de 3 a 5 años. Y como el período de mantenimiento mínimo es ése, el precio de mercado tiene poca importancia.
Las tres fases de la valoración
En las tres fases de la valoración aprendemos del pasado, calculamos el presente y predecimos lo que nos aguarda en el futuro.
- Relación entre el precio y los beneficios (PER). Un PER de 15 o menor representa una buena valoración para la mayor parte de las compañías. La única excepción es cuando una compañía tiene un crecimiento de los beneficios muy rápido, en cuyo caso se puede pagar un PER mayor, sin que el PER sobrepase el crecimiento de los beneficios. La inversa del PER, la rentabilidad de los beneficios (E/P), viene a decirte cuál es la rentabilidad esperada de la inversión sobre los beneficios actuales. Si pagas un PER de 15, la rentabilidad será de 1/15 = 6.67 %. Si pagas un PER de 25, la rentabilidad esperada será de 1/25 = 4 %. Esta primera fase es simplemente una herramienta de cribado. Si una acción me gusta mucho pero cotiza con un PER mayor de 15, no la compro. La coloco en mi lista de valores seguidos y espero a que el precio me ofrezca una mejor rentabilidad para mi dinero.
- Historia de resultados de la empresa y cómo ha valorado el mercado esos resultados. Esta fase tiene como objetivo conocer si la compañía mantiene su crecimiento, lo reduce o lo acelera.
- Predicción razonable sobre los resultados de la empresa (no sobre el precio). Es la parte más difícil, pero si logramos evaluar los resultados futuros con un grado razonable de exactitud, el precio de la acción seguramente acompañará a los resultados en el largo plazo.
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