¿Qué podemos esperar en el futuro con nuestro plan?

En la última entrada presentamos una actualización de nuestro plan de inversión después de cinco años de su primera publicación. En esta entrada queremos hacer una aproximación razonable a lo que podemos esperar en el futuro con este plan. No en cuanto al valor de la cartera, pues el precio de una acción está sometido a tales vaivenes que predecir el tamaño de la cartera dentro de cuarenta y cinco años nos parece imposible. No somos magos, pero si nos permites una recomendación lee a Álvaro Cunqueiro. Cualquier cosa, no te dé reparo. Puedes empezar por "Merlín y familia", que fue la primera novela de Cunqueiro que leímos. No vas a aprender a predecir el futuro, pero vas a disfrutar. Y de eso se trata todo esto, de disfrutar del viaje.

 

Hecho este inciso, vamos a tratar de predecir los dividendos que la cartera irá generando anualmente. Para ello vamos a evaluar qué ha hecho la cartera hasta la fecha partiendo de las premisas reales. Tal como dice nuestro plan, nosotros comenzamos aportando 500 € mensuales con intención de aumentar cada año esta cantidad al menos en la misma proporción que la inflación. Aquí la tasa de inflación en España desde 2015:

Año	Inflación
2015	0,02 %
2016	1,57 %
2017	1,11 %
2018	1,18 %
2019	0,79 %

Para decirlo cuanto antes, empezamos pronto transgrediendo nuestro plan porque en los años 2015, 2016 y durante los seis primeros meses de 2017 la aportación mensual fue de 500 €. Ninguna subida. Se nos olvidó. A mitad de 2017 nos dimos cuenta que no estábamos cumpliendo el plan y, sin consultar la inflación ni calcular nada, decidimos aumentar las aportaciones, para redondear, a 600 €. Una subida del 20 %, toma redondeo.

Dado que compramos acciones exclusivamente en el mercado estadounidense tenemos que convertir los € en $. A un tipo que no siempre es el mismo. Nuestro tipo medio de cambio hasta la fecha ha sido de 1,1282 con estas variaciones:

Año	EURUSD medio
2015	1.1162
2016	1.1108
2017	1.1249
2018	1.1824
2019	1.1185
2020	1.1163

Aquellas aportaciones y estos tipos de cambio han determinado los dólares con los que hemos realizado la compra mensual. Compramos acciones de una empresa que no solo paga dividendos, sino que los aumenta cada año, esa era la idea. Los dividendos cobrados se suman a la aportación mensual y el total se utiliza en la compra del mes siguiente. Así, los dividendos cobrados se reinvierten, aunque frecuentemente en una empresa distinta de la que los abonó. En resumen, este es el plan. Fácil. Aunque no tanto como una aportación mensual a un fondo indexado. Aquí hay que decidir cada mes qué compramos. Consume algo de tiempo, pero se le llega a coger afición. Si no la tienes o no tienes tiempo, sigue el consejo de Warren Buffett e indéxate. No le des más vueltas. Invierte en un ETF Vanguard que replique el S&P500, como por ejemplo el VOO que ofrece una rentabilidad de 1,72 % con unos gastos de 0,03 %, o el ETF Vanguard de dividendos crecientes (VIG, Vanguard Dividend Appreciation) con una rentabilidad de 1,74 % y unos gastos de 0,06 %. Si te parece poca rentabilidad, el Vanguard High Dividend Yield (VYM) paga un 3,54 % y los gastos son de 0,06 %. Vamos, hay alternativas. ¿Que no los puedes comprar desde Europa? Adquiérelos mediante la venta de puts. ¿No tienes 31.000 $ para comprar 100 VOO si te los asignan? Busca ETF que se comercialicen en Europa para el inversor europeo. Siempre hay alternativas.

Ahora vamos a los dividendos que hemos cobrado cada año. Puedes ver las cantidades brutas en esta página del blog. Para convertirlas en netas vamos a restarles el 15 % de retención del fisco americano. Como el fisco español va a cobrarnos algo más en la declaración de la renta del año siguiente obviemos esto de momento para simplificar. Entre 2015 y agosto de 2020 hemos pagado 109,70 $ en comisiones (las comisiones de compra, venta y cambio de divisa están compartidas con las de nuestra propia cartera y a esta cartera solo le imputamos la mitad), así que olvidémonos de ellas también.

El objetivo es cobrar 10.000 $ mensuales en el año 2065, cuando nuestra hija alcance el primer año de su jubilación. Con unos dividendos netos de 1.024,26 $ reales cobrados en 2019, si queremos llegar a 120.000 $ anuales en dividendos estos deben crecer a un tipo medio ponderado de 10,67 %. En los cuatro años transcurridos entre 2015 y 2019 el crecimiento de los dividendos ha sido de 79,71 % anual. Entonces lo tenemos fácil, ¿no? No, no nos engañemos, ese es el crecimiento de los pequeños números. Conforme la cartera vaya aumentando, el crecimiento de los dividendos irá siendo cada vez menor tal como se ve en el gráfico superior. En 2016 los dividendos crecieron 143,72 % con respecto a 2015. En 2019 41,63 % con respecto a 2018.

Vamos a crear una tabla de esas que merecen comentarios del tipo: esas tablas mágicas que no se cumplen, una hoja de cálculo lo aguanta todo, etc. En fin, esas cosas que todos oímos. Una tabla así será real si se cumplen los supuestos que introducimos. Ni más ni menos. Son muchos supuestos, así que entiendo que puede ajustarse a la realidad o no. Esos supuestos de los que partimos son los siguientes:

• 600 € mensuales en 2020 convertidos en 660 $ (tipo de cambio EURUSD 1,10 no especialmente favorable).
• Aumento anual de la aportación de un 3 %.
• Rentabilidad por dividendo 2,80 %.
• Crecimiento anual del 5 % del dividendo de la cartera. Puede ocurrir una congelación, recorte o suspensión del dividendo en alguna acción, pero el resto de las acciones deben compensar estos efectos. 
• Los dividendos cobrados en un año se reinvierten al año siguiente en la fase de acumulación (hasta 2064).
• A partir de 2065 entramos en fase de distribución y los dividendos ya solo aumentan por el crecimiento orgánico del 5 % anual. 

Estas serían las aportaciones mensuales con un incremento del 3 %.

Con estas premisas esto es lo que nuestra hija cobraría como dividendos en el futuro. Todo esto sin entrar a valorar el tamaño de la cartera.

Algunas consideraciones finales

El tipo de cambio EURUSD juega un papel en la fase de acumulación en las aportaciones (nos beneficiaríamos de un $ débil) y en la fase de distribución en los dividendos efectivamente cobrados en € (nos beneficiaríamos de un $ fuerte). 

Por otro lado, si nuestra hija decidiese no continuar con el proyecto cuando tenga sus propios recursos y no realizase aportaciones, naturalmente esto puede no cumplirse, porque nosotros no estaremos aquí siempre.

El efecto erosionador de la inflación hará que 120.000 $ en 2065 no equivaldrán a la misma cantidad en estos momentos. Estimando una inflación del 2 %, 120.000 $ en 2065 equivalen a 49.223,62 $ actuales. Los 10.000 $ mensuales en 2065 serían como 4.101,97 $ de hoy.