No encontrábamos ninguna posición nueva interesante y sí varias opciones para ampliar posiciones en la cartera. De estas, Qualcomm nos parecía una de las más atractivas. Fue la primera compra que realizamos en enero de 2015, a un precio de 73,56 $ y no pudimos ser más afortunados con su desplome hasta 42,24 $ (nada menos que un 42,6 %). Visto hoy pudo ser una idea genial aumentar entonces la posición (ha subido desde mínimos un 48 %), eso es lo que tiene el sesgo retrospectivo, pero entonces lo veíamos desde entonces, y además no nos pareció oportuno comprar de nuevo cuando teníamos en la cartera apenas dos o tres valores. Sin embargo, a pesar del ascenso desde mínimos, la presentación de resultados el pasado 20 de julio, batiendo las ventas y los beneficios previstos, hace que probablemente hayamos dejado atrás el sesgo negativo que tenía la empresa y, sin lamentarnos por el ascenso perdido, podamos entrar en el valor. Máxime cuando Qualcomm está todavía infravalorada.
Otra de las compañías que tenemos y que, pese a haber subido más de un 11 % desde nuestra compra, cotiza en lo que podríamos considerar su precio justo es General Dynamics. Actualmente sus acciones están cambiando de manos por un precio que es 15,8 veces sus beneficios. La imagen de FastGraphs apoyaría una compra a estos niveles. No muestra el grado de infravaloración de Qualcomm, pero no sería descabellado ni mucho menos ampliar nuestra posición.
Pero finalmente nos decantamos por The Walt Disney Company, compañía que compramos en agosto de 2015 por 112,87 $ y que andaba actualmente cotizando alrededor de los 96 $, casi un 15 % por debajo de nuestro precio inicial. La compra final se produjo el día 26 de julio, adquiriendo seis acciones a un precio de 96,60 $, con lo que promediamos a la baja y dejamos nuestro precio medio de adquisición en 104 $.
La puntuación de David Van Knapp de 3,25 también es consecuente con una acción ligeramente infravalorada. Morningstar le otorga una puntuación de cuatro estrellas, abundando en la infravaloración.
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La rentabilidad sobre el capital invertido (ROIC) ha aumentado en los últimos años para hacerse claramente superior a su coste medio ponderado de capital (WACC), lo que indica creación de valor para el accionista.
Finalmente, su deuda total es de más de 17.000 millones de dólares, pero la podría pagar en su totalidad con algo más de dos años y medio de flujo de efectivo libre. Además, la relación de la deuda con los fondos propios es baja, por debajo del 50 %.
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